Mantener a Olmo es básicamente tener fe en la corrupción del sistema…
Así pues, lo lógico es mantenerlo, confiando que el fútbol, como siempre, sea un fiel reflejo de la podredumbre sistémica que se mueve en las instituciones de España y Europa en general, y se imponga el criterio de intereses particulares, obviando la norma y generando la absoluta certeza de que la inseguridad jurídica es ya la línea habitual.
En lo que a Biwenger se refiere, yo aguantaba dos días más, porque por esperar 48 horas que alguien tarde en acertar con la combinación del maletín, lo mismo te llevas una sorpresa…